viernes, 12 de septiembre de 2014

El dolor que se puede transformar en Amor…. por Alfonso Vidal


¿Qué podemos hacer, cuando alguien cercano o nosotros mismos experimentamos una perdida tan grande? (En mi caso el de mi Madre) Ningún ser humano se escapa a la experiencia del dolor de una perdida. Perder a alguien es parte de nuestra existencia y a lo largo de la vida sufrimos muchas pérdidas. Y cada una de ellas,necesariamente origina dolor. Sin embargo cada persona percibe de manera diferente sus pérdidas. La mayoría de las pérdidas aparecen como negativas para el que las experimenta: la muerte de un ser querido, un divorcio o sencillamente el distanciamiento emocional de una persona cercana es una perdida. Sin embargo otras pérdidas se reconocen más difícilmente. Ya que no derivan en principio de hechos desagradables: las pérdidas originadas por el crecimiento, los cambios de situación; el nacimiento de un hijo, pérdida de un empleo, fracaso en un negocio, el traslado de casa, de ciudad, y sobretodo las perdidas materiales.. Quizás porque sabemos que todo es recuperable. Todo…absolutamente todo…menos cuando alguien se nos adelanta camino al cielo, y ese vacío parece que nunca se llenará. Volviendo al punto, lo que hay que comprender es que todo cambio, positivo o negativo, implica una pérdida y por tanto la necesidad de hacer un duelo. Estamos convencidos que solo cuando alguien muere, es cuando experimentamos el dolor de una perdida; pero esta experiencia es solo la más característica;  la más fuerte, pero como ya lo mencione anteriormente, todo cambio en la vida acarrea una perdida y por lo tanto un dolor. Los especialistas nos dicen que el duelo (Dolor) tiene al menos 5 etapas, que de ser bien trabajadas cada una de ella  y con esto, se puede resolver el problema de haber perdido  a alguien. Pero además la Biblia nos enseña en este día que Jesús es un elemento fundamental en el proceso de recuperar la esperanza cuando se ha sufrido una perdida. Hoy les animo a que juntos descubramos sobre todo a mis hermanos de Papa y Mamá en la Palabra de Dios como Jesús ayudó a una familia a recuperar la fe, la dicha, la esperanza, y el Amor después de haber “perdido” a un ser querido.
En Juan Capitulo 11 lo resolvemos:
Paso 1  compartirlo con Jesús (v. 3) "Enviaron pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo"
En contexto Betania se ubicaba a tan solo 3 kilómetros de la ciudad de Jerusalén, y es donde vive una familia muy especial. María, Marta y el más joven, llamado Lázaro. Esta familia ocupaba un lugar muy especial en el corazón del Señor Jesús. Y es precisamente a esta familia a la que la desgracia toca la puerta de sus vidas. La Biblia nos dice que un día Lázaro enfermó (v. 1), no se nos dice exactamente de qué, pero si podemos concluir que debió ser una enfermedad importante que ponía en riesgo la vida de Lázaro. Tan grave era su estado que María y Marta toman la decisión de mandar llamar a Jesús (v. 3) con la intención de que lo sanara. Sin embargo Jesús al enterarse tomó otra decisión que para muchos resulta incomprensible. Jesús decidió posponer su regreso dos días más (v.6) Mientras tanto el estado de Lázaro empeoró al punto de que cuando Jesús llegó Lázaro ya había muerto "Vino, pues, Jesús, y halló que hacía cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro" (v. 17)
La escena que observa Jesús a su llegada a Betania, puede resultarnos a muchos algo familiar; pues el dolor de la pérdida de un ser querido es algo en lo que todos podemos identificarnos. María y Marta estaban en su casa, recibiendo las condolencias de parte de amigos, familiares y vecinos (v. 19) Entonces algo o alguien le hizo saber a Marta que el Señor Jesús había llegado (v. 20). Entonces Marta dejo lo que estaba haciendo y encamino sus pasos hacía Jesús y cuando estuvo frente a Él le dijo: "Señor, sí hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto" (v. 21); María igualmente cuando llego delante de Jesús le hizo el mismo reclamo: "Señor, sí hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano" (v. 32) en ambas ocasiones, tanto Marta como María habían expresado su sentir, y lo habían hecho con lágrimas en sus ojos "...al verla llorando" (v. 33)
Cuando experimentamos una perdida, y esta nos causa dolor, ese dolor es manifestado a través de las lágrimas;  Sin embargo, quien sabe de donde hemos sacado la idea de que no debemos expresar nuestro dolor. En algunas ocasiones he visto en la T.V. cuando algún artista o político o lo que fuere, muere, los que comentan la noticia, dicen que los familiares han mostrado una “gran fortaleza” por que no han derramado lagrimas durante la despedida; de igual forma en algunos funerales u hospitales he visto y conocido personas que reprimen sus lágrimas; pues creen que son signos de debilidad y que hacen daño. En lo personal creo que eso no es correcto, pues reprimimos nuestras emociones, cuando debiéramos dejarlas fluir libremente. Según J. Ripio Espiau dice en su trabajo "El duelo": "Las emociones que se sienten al ser expresadas ayudan; al identificarlas, desahogan y sirven para que las penas fluyan" Tenemos a dos mujeres que recién perdieron a su hermano menor y no tienen ningún reparo en manifestarle a Jesús su sentir. Tenemos que reconocer que la iglesia cristiana ha promovido a lo largo de su historia la negación de sus sentimientos ante situaciones tan terribles como la perdida. Es muy cuestionado por muchos cuando un hermano llora durante una pérdida importante (muerte, enfermedad, crisis económica, etc); el mensaje implícito y explícito del triunfalismo cristiano lleva a muchos a creer que no podemos compartir con Dios nuestros sentimientos de dolor. Creemos que si decimos a Dios como nos sentimos realmente, Dios nos rechazara; sin embargo, la Biblia nos enseña algo totalmente diferente; Aquí vemos a Jesús delante de dos mujeres heridas, de dos mujeres llorosas, dos mujeres, que se sienten defraudadas hasta cierto punto, y que no ocultan sus verdaderos sentimientos. Y no vemos a Jesús descalificándolas, al contrario se identifica con ellas y su dolor "Jesús lloró" (v. 35). Vamos a obviar acá la crítica solapada que brota de los fariseos que para variar observaban a la distancia “mira cuanto lo amaba”(pero no se comprometían) debemos captar eso si, la idea de que Cristo nos entiende, porque él había perdido a un muy buen amigo,  "Bueno, pero es Jesús"Quizás dirás  y a esto el autor a los Hebreos nos dice: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades..." (Hebreos. 4: 15)Es Verdad!! Jesús sabe, lo que tu sentiste!!. Dios sabe lo que significa perder a alguien importante en la vida, vio morir a su hijo en la cruz, vio como lo hicieron pedazos, y al menos por un tiempo supo lo que era perder algo. ¿Cómo podemos resolver nuestro dolor ante una perdida? Compartiéndola con Jesús, sincerándonos con él, no te preocupes si tus palabras, o emociones no son teológicamente adecuadas, lo que importa es tu sinceridad ante Cristo y establezcas un puente de comunicación poderosa. Samuel Clark  dijo: "Nada hace más hermosa el rostro de un cristiano, que cuando lo limpia con sus lágrimas"
Paso 2.- Lo resolvemos cuando somos consolados por Jesús (v. 25) "...Yo soy la resurrección y la vida..."
Tomas de Aquino dijo: “Tan solo un necio trata de consolar a una madre ante su hijo muerto" y en verdad no existen palabras que puedan aligerar ese tipo de perdida. En un artículo de una revista leí hace unos años, el testimonio de un hombre que había perdido a un ser querido y cuando llegaron sus amigos a tratar de confortarle, hubo quienes le dieron todo un tratado acerca de la muerte, de la vida, de los buenos momentos, del cielo, etc; sin embargo en su interior solo había el deseo que se callaran y se fueran, pero, hubo alguien que t que tan solo lo abrazo y sin decir nada estuvo cerca de él. Al paso del tiempo, el doliente podía afirmar que no recordaba nada en claro de quienes le hablaron, pero hubo alguien que tuvo una actitud diferente y solamente le abrazó....Un tiempo despues de todo aquello  que le habian compartido no recordaba palabra alguna, sin embargo el calor afectuoso de quien solamente le acompañaó. Jesús llegó a Betania, y se encontró con un amigo recién muerto y enterrado; pero también se encuentró con el trágico escenario de dos hermanas dolidas y devastadas. Estas se acercan a Jesús y postradas a sus pies le expresan sus sentimientos; Jesús los comparte; pero, estoy convencido que sólo Jesús escapa a la afirmación de Tomas de Aquino; pues el Eterno, el autor de la vida, es el único que tiene palabras de consuelo y esperanza. Jesús dice a María: "Tu hermano resucitará" (v. 23), María recibe con agrado el consuelo, pero todavía no entendía la trascendencia de la afirmación de Cristo. Más adelante dice: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá" (v. 25) esta es una de las declaraciones más poderosa de Jesús; María no está oyendo a un profeta, no está oyendo a un rabino, tampoco al sumo sacerdote, mucho menos a un charlatán; está escuchando al mismo Dios, dueño de la vida.
Su Palabra es más que bonitas frases inspiradoras; son poder de Dios para todo aquel que cree en ellas. Personalmente puedo dar testimonio que ha sido una de las palabras que más han impactado mi vida, a la edad de 24  años, cambiaron por completo mi visión de la vida y la muerte. Cuando estamos en medio del dolor de una pérdida, viene Jesús a nuestras vidas y nos da palabras poderosas de aliento, de esperanza, de vida, de amor; Jesús nos abraza, nos acompaña, nos habla con el propósito de consolarnos. 
Hace una semana  compartía con mi hija Blanquita (lleva el nombre de mi madre), el como me sentía...y ella se admiró de la tranquilidad que tenía (yo)....le comente varios detalles y desiciones fuertes que tuvimos que tomar ...personalmente y como familia...me alegré mucho de la reaccion que tuvo cuando le comenté que uno de los nombres del Espiritu Santo es "El que consuela"  y que Dios promete estar siempre con nosotros, acompañándonos en todo momento. Le explique la forma en que  resolvemos nuestro dolor. Que es cuando nos dejamos consolar por Jesús y le creemos. y se genera algo especial en nosotros que nos permitirá consolar a otros...por medio del mismo Espiritu. Fue Benjamín Franklin quien dijo: "Un Padre es un tesoro, un hermano un consuelo, un amigo es ambos" Deja que Jesús consuele tu vida; por ser tu mejor amigo .El permanece fiel y no puede “negarse a si mismo”.
Paso 3.- Debemos dejar que Jesús trabaje (v. 11) "...Lázaro duerme; más voy a despertarle"
Platón fue un filósofo griego que vivió de los años 427 al 347 y dijo una vez: "Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún remedio" Eso lo sabe perfectamente Jesús. ¿Recuerda que al principio del relato Jesús deja pasar dos días para llegar a Lázaro? Decía que algunos no encuentran sentido a esta decisión del Señor; y en verdad muchas veces no veremos en sentido a las cosas que Dios hace o permite; pero lo que si podemos ver que nada escapa a los propósitos eternos de Dios. Jesús tenía en su mente y corazón planes perfectos para Lázaro y su familia. Cristo sabía lo que era mejor para ellos como familia, cuando decide regresar a Betania dice a sus discípulos: "...Lázaro duerme; más voy a despertarle" (v. 11) desde ese momento Jesús había revelado sus propósitos para su amigo, y la humanidad, no pensaba dejarlo solo y mucho menos convertir el final de su vida en una tragedia. Rick Warren dice: "Los propósitos de Dios son más grandes que nuestros problemas" Ya en Betania y después de haber escuchado a María y Marta, y de consolarles, Jesús les pidió  ir al lugar en donde habían sepultado a Lázaro (v. 34), a esto Marta le dice: "Señor, hiede ya, porque es de cuatro días" (v. 39) Sin embargo el Señor le dice: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (v. 40) en momentos de perdida y dolor, nuestra fe es fuertemente sacudida, es probada, y tenemos que reconocer que dudamos del poder y mor de Dios; una de las fases del duelo es la ira; etapa en la cual nos enojamos con todo y todos, entre ellos con Dios, hay quienes resuelven esto, sin embargo hay muchos que no lo han resuelto y han pasado años y siguen sin admitir que están enojados con Dios y necesitan reconciliarse con Él. Muy posiblemente Marta y María estaban enojadas con Jesús por haber estado allí cuando más lo necesitaban; pero Jesús no solo fue a consolarlas, sino fue a darles algo más; Jesús oró a Dios y clamando a gran voz dijo: "¡Lázaro, ven fuera! (v. 42) y entonces ocurrió el milagro de la vida: "Y el que había muerto salió..." (v. 44) ¿Qué había hecho Jesús?
Les devolvió le esperanza perdida; les volvió a su hermano muerto, les dio un sentido nuevo a sus vidas. Desde luego que no estoy promoviendo que esto ocurrirá de la misma manera, pues debemos ver detrás del milagro la enseñanza eterna de Jesús; Marta y María habían perdido a su amado hermano y con él todas sus esperanzas y alegría de vivir; pero solamente Jesús actuando en sus vidas pudo regresarle su sentido y reorientar su existencia. Muy seguramente si tú has perdido a alguien no veas exactamente lo mismo que Marta y Maria, pero si estoy seguro que crees en Él, Él te dará la maravilla que tu estas necesitando: posiblemente necesites paz de conciencia, reconciliación, esperanza, fortaleza, comunión con él. Desde luego que será una realidad la de volver a ver a aquellos que en Cristo murieron; pero mientras eso ocurre, Jesús puede ayer como hoy darte eso que tanto necesitas para recuperar la fe y la esperanza en Él. Muy seguramente no te regresara a quienes tanto quisiste, pero si te regresará la confianza en la vida, el deseo de seguir adelante y de poner tu vida otra vez en su manos. Eso fue lo que hizo con Marta y María, les devolvió más que a su hermano, les devolvió con sus actos la fe en Dios y un poderoso amor.

Paso 4. Dios permitirá que otros laven tus heridas
Permite  contarte la siguiente historia…que llamaremos “El Desafío de Inés”
Se comenta el caso de una madre de nombre llamada Luisa que luchaba por ayudar a resolver el dolor de la pérdida de su padre a su hija Inés; un dia como hoy en el mes de septiembre, día en el que su papá cumpliría años, sin respuesta alguna ...nada daba resultados...Sin embargo Inés aquel día  pregunto a su abuela:
-¿Cómo voy a mandarle una carta de felicitación a papá?
A la abuela se le ocurrió que podía hacerlo si amarraban una tarjeta de felicitaciones a un globo y soltarla para que se volase al cielo. Así lo hicieron, Luisa compro entonces un globo con la imagen de la Sirenita (Película de Disney que ines había visto muchas veces en compañía de su padre) y tenía escrito "Feliz Cumpleaños Papá", la niña lo soltó y después se alejó con la firme convicción de que su padre la recibiría y además le respondería. Mientras tanto en la isla en Canadá, un hombre cuyo nombre ignoro y su familia vivían en un poblado llamado "Sirena"; y un día mientras conducía su camioneta, vio un destello de luz en medio de los árboles. Movido por la curiosidad se acercó y vio el globo plateado, tenía impresa la imagen de una sirena y un papel mojado. Envuelto en plástico. Ya en su casa, junto con su esposa leyeron la tarjeta de felicitaciones, y al final venía una dirección. De pronto se dieron cuenta de que el globo había viajado 5000 Km. En 4 días .El hombre entonces dijo: -Tenemos que escribirle a esta niña. A lo mejor Dios nos escogió para ayudarle, al principio no convenció a su esposa, sin embargo reflexionaron y decidieron ayudar a Inés a resolver su dolor por la pérdida de su padre. Le compraron un cuento de la "Sirenita" y una tarjeta que decía "Para mi hija querida, los mejores deseo en su cumpleaños". Además escribieron una carta a inesita y el 3 de enero de 1994 la enviaron por correo. Para el 19 de enero, la abuela de Ines recibió el paquete, ya por la noche decidió abrirlo y al leer la tarjeta de felicitaciones se sorprendió. Hablo a su hija Luisa y al otro día muy de mañana, madre y abuela entregaron a Inesita el paquete diciéndole –Te lo manda tu papá. Le pidió a su abuela que le leyera la carta que veía en el paquete:
-Tu padre te desea un feliz cumpleaños. Me figuro que querrás saber quiénes somos... entonces explicaron como encontraron el globo y la tarjeta; más adelante añaden: "Como en el cielo no hay tiendas, tu padre quiso que otras personas te compraran este regalo en su lugar. Yo creo que nos escogió a nosotros, porque vivimos en un pueblo llamado "Sirena". Yo sé que tu papá quiere verte feliz y no triste. Y también sé que te quiere mucho... y lo enviamos con todo nuestro amor.
-Estaba segura de que papá no se iba a olvidar de mí –dijo la niña. Así fue como Ines logro resolver su dolor. No sé si todos los métodos sean válidos para resolver un dolor tan grande; al menos parecen efectivos. Pero hoy en este día la Palabra de Dios nos ha demostrado que Jesús quiere que tú también resuelvas ese dolor por haber perdido a alguien tan amado. Él entiende tu dolor y el mío, Él ha sentido los mismo que has sentido; El puede y quiere consolarte con su compañía y sus palabras; Él quiere que vuelvas a tener la misma  y mayor  fe que antes  y que veas la vida con esperanza y con la firme idea de que vale la pena vivirla. Al final de los tiempos en Jesús iremos a un lugar en donde ya no habrá muerte, ni dolor, ni enfermedad y en donde las perdidas serán cosa del pasado. Pero mientras eso pasa, atrévete a poner en manos de Jesús tú dolor y déjate sanar en su poderoso nombre.