¿Qué podemos hacer, cuando alguien cercano o nosotros mismos experimentamos una perdida tan grande? (En mi caso el de mi Madre) Ningún ser humano se escapa a la experiencia del dolor de una perdida. Perder a alguien es parte de nuestra existencia y a lo largo de la vida sufrimos muchas pérdidas. Y cada una de ellas,necesariamente origina dolor. Sin embargo cada persona percibe de manera diferente sus pérdidas. La mayoría de las pérdidas aparecen como negativas para el que las experimenta: la muerte de un ser querido, un divorcio o sencillamente el distanciamiento emocional de una persona cercana es una perdida. Sin embargo otras pérdidas se reconocen más difícilmente. Ya que no derivan en principio de hechos desagradables: las pérdidas originadas por el crecimiento, los cambios de situación; el nacimiento de un hijo, pérdida de un empleo, fracaso en un negocio, el traslado de casa, de ciudad, y sobretodo las perdidas materiales.. Quizás porque sabemos que todo es recuperable. Todo…absolutamente todo…menos cuando alguien se nos adelanta camino al cielo, y ese vacío parece que nunca se llenará. Volviendo al punto, lo que hay que comprender es que todo cambio, positivo o negativo, implica una pérdida y por tanto la necesidad de hacer un duelo. Estamos convencidos que solo cuando alguien muere, es cuando experimentamos el dolor de una perdida; pero esta experiencia es solo la más característica; la más fuerte, pero como ya lo mencione anteriormente, todo cambio en la vida acarrea una perdida y por lo tanto un dolor. Los especialistas nos dicen que el duelo (Dolor) tiene al menos 5 etapas, que de ser bien trabajadas cada una de ella y con esto, se puede resolver el problema de haber perdido a alguien. Pero además la Biblia nos enseña en este día que Jesús es un elemento fundamental en el proceso de recuperar la esperanza cuando se ha sufrido una perdida. Hoy les animo a que juntos descubramos sobre todo a mis hermanos de Papa y Mamá en la Palabra de Dios como Jesús ayudó a una familia a recuperar la fe, la dicha, la esperanza, y el Amor después de haber “perdido” a un ser querido.
En Juan
Capitulo 11 lo resolvemos:
Paso 1 compartirlo con Jesús (v. 3) "Enviaron
pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está
enfermo"
En
contexto Betania se ubicaba a tan solo 3 kilómetros de la ciudad de Jerusalén,
y es donde vive una familia muy especial. María, Marta y el más joven, llamado
Lázaro. Esta familia ocupaba un lugar muy especial en el corazón del Señor
Jesús. Y es precisamente a esta familia a la que la desgracia toca la puerta de
sus vidas. La Biblia nos dice que un día Lázaro enfermó (v. 1), no se nos dice
exactamente de qué, pero si podemos concluir que debió ser una enfermedad
importante que ponía en riesgo la vida de Lázaro. Tan grave era su estado que
María y Marta toman la decisión de mandar llamar a Jesús (v. 3) con la
intención de que lo sanara. Sin embargo Jesús al enterarse tomó otra decisión
que para muchos resulta incomprensible. Jesús decidió posponer su regreso dos
días más (v.6) Mientras tanto el estado de Lázaro empeoró al punto de que
cuando Jesús llegó Lázaro ya había muerto "Vino, pues, Jesús, y halló que
hacía cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro" (v. 17)
La
escena que observa Jesús a su llegada a Betania, puede resultarnos a muchos
algo familiar; pues el dolor de la pérdida de un ser querido es algo en lo que
todos podemos identificarnos. María y Marta estaban en su casa, recibiendo las
condolencias de parte de amigos, familiares y vecinos (v. 19) Entonces algo o
alguien le hizo saber a Marta que el Señor Jesús había llegado (v. 20).
Entonces Marta dejo lo que estaba haciendo y encamino sus pasos hacía Jesús y
cuando estuvo frente a Él le dijo: "Señor, sí hubieses estado aquí, mi
hermano no habría muerto" (v. 21); María igualmente cuando llego delante
de Jesús le hizo el mismo reclamo: "Señor, sí hubieses estado aquí, no
habría muerto mi hermano" (v. 32) en ambas ocasiones, tanto Marta como
María habían expresado su sentir, y lo habían hecho con lágrimas en sus ojos
"...al verla llorando" (v. 33)
Cuando
experimentamos una perdida, y esta nos causa dolor, ese dolor es manifestado a
través de las lágrimas; Sin embargo,
quien sabe de donde hemos sacado la idea de que no debemos expresar nuestro
dolor. En algunas ocasiones he visto en la T.V. cuando algún artista o político
o lo que fuere, muere, los que comentan la noticia, dicen que los familiares han
mostrado una “gran fortaleza” por que no han derramado lagrimas durante la
despedida; de igual forma en algunos funerales u hospitales he visto y conocido
personas que reprimen sus lágrimas; pues creen que son signos de debilidad y
que hacen daño. En lo personal creo que eso no es correcto, pues reprimimos
nuestras emociones, cuando debiéramos dejarlas fluir libremente. Según J. Ripio
Espiau dice en su trabajo "El duelo": "Las emociones que se
sienten al ser expresadas ayudan; al identificarlas, desahogan y sirven para
que las penas fluyan" Tenemos a dos mujeres que recién perdieron a su
hermano menor y no tienen ningún reparo en manifestarle a Jesús su sentir.
Tenemos que reconocer que la iglesia cristiana ha promovido a lo largo de su
historia la negación de sus sentimientos ante situaciones tan terribles como la
perdida. Es muy cuestionado por muchos cuando un hermano llora durante una pérdida
importante (muerte, enfermedad, crisis económica, etc); el mensaje implícito y explícito
del triunfalismo cristiano lleva a muchos a creer que no podemos compartir con
Dios nuestros sentimientos de dolor. Creemos que si decimos a Dios como nos
sentimos realmente, Dios nos rechazara; sin embargo, la Biblia nos enseña algo
totalmente diferente; Aquí vemos a Jesús delante de dos mujeres heridas, de dos
mujeres llorosas, dos mujeres, que se sienten defraudadas hasta cierto punto, y
que no ocultan sus verdaderos sentimientos. Y no vemos a Jesús
descalificándolas, al contrario se identifica con ellas y su dolor "Jesús
lloró" (v. 35). Vamos a obviar acá la crítica solapada que brota de los
fariseos que para variar observaban a la distancia “mira cuanto lo amaba”(pero no se comprometían)
debemos captar eso si, la idea de que Cristo nos entiende, porque él había
perdido a un muy buen amigo, "Bueno,
pero es Jesús"Quizás dirás y a esto el autor a los Hebreos nos dice: "Porque no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades..." (Hebreos. 4: 15)Es Verdad!! Jesús sabe, lo que tu sentiste!!. Dios
sabe lo que significa perder a alguien importante en la vida, vio morir a su
hijo en la cruz, vio como lo hicieron pedazos, y al menos por un tiempo supo lo
que era perder algo. ¿Cómo podemos resolver nuestro dolor ante una perdida?
Compartiéndola con Jesús, sincerándonos con él, no te preocupes si tus palabras,
o emociones no son teológicamente adecuadas, lo que importa es tu sinceridad
ante Cristo y establezcas un puente de comunicación poderosa. Samuel Clark dijo: "Nada hace más hermosa el rostro de
un cristiano, que cuando lo limpia con sus lágrimas"
Paso 2.- Lo
resolvemos cuando somos consolados por Jesús (v. 25) "...Yo soy la
resurrección y la vida..."
Tomas
de Aquino dijo: “Tan solo un necio trata de consolar a una madre ante su hijo
muerto" y en verdad no existen palabras que puedan aligerar ese tipo de
perdida. En un artículo de una revista leí hace unos años, el testimonio de un
hombre que había perdido a un ser querido y cuando llegaron sus amigos a tratar
de confortarle, hubo quienes le dieron todo un tratado acerca de la muerte, de
la vida, de los buenos momentos, del cielo, etc; sin embargo en su interior
solo había el deseo que se callaran y se fueran, pero, hubo alguien que t que tan
solo lo abrazo y sin decir nada estuvo cerca de él. Al paso del tiempo, el
doliente podía afirmar que no recordaba nada en claro de quienes le hablaron,
pero hubo alguien que tuvo una actitud diferente y solamente le abrazó....Un tiempo despues de todo aquello que le habian compartido no recordaba palabra alguna, sin embargo el calor afectuoso de quien solamente le acompañaó.
Jesús llegó a Betania, y se encontró con un amigo recién muerto y enterrado;
pero también se encuentró con el trágico escenario de dos hermanas dolidas y
devastadas. Estas se acercan a Jesús y postradas a sus pies le expresan sus
sentimientos; Jesús los comparte; pero, estoy convencido que sólo Jesús escapa
a la afirmación de Tomas de Aquino; pues el Eterno, el autor de la vida, es el
único que tiene palabras de consuelo y esperanza. Jesús dice a María: "Tu
hermano resucitará" (v. 23), María recibe con agrado el consuelo, pero
todavía no entendía la trascendencia de la afirmación de Cristo. Más adelante
dice: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque este
muerto, vivirá" (v. 25) esta es una de las declaraciones más poderosa de
Jesús; María no está oyendo a un profeta, no está oyendo a un rabino, tampoco
al sumo sacerdote, mucho menos a un charlatán; está escuchando al mismo Dios,
dueño de la vida.
Su
Palabra es más que bonitas frases inspiradoras; son poder de Dios para todo
aquel que cree en ellas. Personalmente puedo dar testimonio que ha sido una de las
palabras que más han impactado mi vida, a la edad de 24 años, cambiaron por completo mi visión de la
vida y la muerte. Cuando estamos en medio del dolor de una pérdida, viene Jesús
a nuestras vidas y nos da palabras poderosas de aliento, de esperanza, de vida,
de amor; Jesús nos abraza, nos acompaña, nos habla con el propósito de
consolarnos.
Hace una semana compartía con mi hija Blanquita (lleva el nombre de mi madre), el como me sentía...y ella se admiró de la tranquilidad que tenía (yo)....le comente varios detalles y desiciones fuertes que tuvimos que tomar ...personalmente y como familia...me alegré mucho de la reaccion que tuvo cuando le comenté que uno de los nombres del Espiritu Santo es "El que consuela" y que Dios promete estar siempre con nosotros, acompañándonos en todo momento. Le explique la forma en que resolvemos nuestro dolor. Que es cuando nos dejamos consolar por Jesús y le creemos. y se genera algo especial en nosotros que nos permitirá consolar a otros...por medio del mismo Espiritu. Fue Benjamín Franklin quien dijo: "Un Padre es un tesoro, un hermano un consuelo, un amigo es ambos" Deja que Jesús consuele tu vida; por ser tu mejor amigo .El permanece fiel y no puede “negarse a si mismo”.
Hace una semana compartía con mi hija Blanquita (lleva el nombre de mi madre), el como me sentía...y ella se admiró de la tranquilidad que tenía (yo)....le comente varios detalles y desiciones fuertes que tuvimos que tomar ...personalmente y como familia...me alegré mucho de la reaccion que tuvo cuando le comenté que uno de los nombres del Espiritu Santo es "El que consuela" y que Dios promete estar siempre con nosotros, acompañándonos en todo momento. Le explique la forma en que resolvemos nuestro dolor. Que es cuando nos dejamos consolar por Jesús y le creemos. y se genera algo especial en nosotros que nos permitirá consolar a otros...por medio del mismo Espiritu. Fue Benjamín Franklin quien dijo: "Un Padre es un tesoro, un hermano un consuelo, un amigo es ambos" Deja que Jesús consuele tu vida; por ser tu mejor amigo .El permanece fiel y no puede “negarse a si mismo”.
Paso 3.-
Debemos dejar que Jesús trabaje (v. 11) "...Lázaro duerme; más voy a
despertarle"
Platón
fue un filósofo griego que vivió de los años 427 al 347 y dijo una vez:
"Frío e insípido es el consuelo cuando no va envuelto en algún
remedio" Eso lo sabe perfectamente Jesús. ¿Recuerda que al principio del
relato Jesús deja pasar dos días para llegar a Lázaro? Decía que algunos no
encuentran sentido a esta decisión del Señor; y en verdad muchas veces no
veremos en sentido a las cosas que Dios hace o permite; pero lo que si podemos
ver que nada escapa a los propósitos eternos de Dios. Jesús tenía en su mente y
corazón planes perfectos para Lázaro y su familia. Cristo sabía lo que era
mejor para ellos como familia, cuando decide regresar a Betania dice a sus discípulos:
"...Lázaro duerme; más voy a despertarle" (v. 11) desde ese momento
Jesús había revelado sus propósitos para su amigo, y la humanidad, no pensaba
dejarlo solo y mucho menos convertir el final de su vida en una tragedia. Rick
Warren dice: "Los propósitos de Dios son más grandes que nuestros
problemas" Ya en Betania y después de haber escuchado a María y Marta, y
de consolarles, Jesús les pidió ir al
lugar en donde habían sepultado a Lázaro (v. 34), a esto Marta le dice:
"Señor, hiede ya, porque es de cuatro días" (v. 39) Sin embargo el
Señor le dice: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (v. 40)
en momentos de perdida y dolor, nuestra fe es fuertemente sacudida, es probada,
y tenemos que reconocer que dudamos del poder y mor de Dios; una de las fases
del duelo es la ira; etapa en la cual nos enojamos con todo y todos, entre
ellos con Dios, hay quienes resuelven esto, sin embargo hay muchos que no lo
han resuelto y han pasado años y siguen sin admitir que están enojados con Dios
y necesitan reconciliarse con Él. Muy posiblemente Marta y María estaban
enojadas con Jesús por haber estado allí cuando más lo necesitaban; pero Jesús
no solo fue a consolarlas, sino fue a darles algo más; Jesús oró a Dios y
clamando a gran voz dijo: "¡Lázaro, ven fuera! (v. 42) y entonces ocurrió
el milagro de la vida: "Y el que había muerto salió..." (v. 44) ¿Qué
había hecho Jesús?
Les
devolvió le esperanza perdida; les volvió a su hermano muerto, les dio un
sentido nuevo a sus vidas. Desde luego que no estoy promoviendo que esto ocurrirá
de la misma manera, pues debemos ver detrás del milagro la enseñanza eterna de
Jesús; Marta y María habían perdido a su amado hermano y con él todas sus
esperanzas y alegría de vivir; pero solamente Jesús actuando en sus vidas pudo
regresarle su sentido y reorientar su existencia. Muy seguramente si tú has
perdido a alguien no veas exactamente lo mismo que Marta y Maria, pero si estoy
seguro que crees en Él, Él te dará la maravilla que tu estas necesitando:
posiblemente necesites paz de conciencia, reconciliación, esperanza, fortaleza,
comunión con él. Desde luego que será una realidad la de volver a ver a
aquellos que en Cristo murieron; pero mientras eso ocurre, Jesús puede ayer
como hoy darte eso que tanto necesitas para recuperar la fe y la esperanza en
Él. Muy seguramente no te regresara a quienes tanto quisiste, pero si te
regresará la confianza en la vida, el deseo de seguir adelante y de poner tu
vida otra vez en su manos. Eso fue lo que hizo con Marta y María, les devolvió
más que a su hermano, les devolvió con sus actos la fe en Dios y un poderoso
amor.
Paso 4.
Dios permitirá que otros laven tus heridas
Permite
contarte la siguiente historia…que llamaremos “El Desafío de Inés”
Se comenta
el caso de una madre de nombre llamada Luisa que luchaba por ayudar a resolver el dolor
de la pérdida de su padre a su hija Inés; un dia como hoy en el mes de
septiembre, día en el que su papá cumpliría años, sin respuesta alguna ...nada daba resultados...Sin embargo Inés aquel día pregunto a su abuela:
-¿Cómo
voy a mandarle una carta de felicitación a papá?
A la
abuela se le ocurrió que podía hacerlo si amarraban una tarjeta de
felicitaciones a un globo y soltarla para que se volase al cielo. Así lo
hicieron, Luisa compro entonces un globo con la imagen de la Sirenita (Película
de Disney que ines había visto muchas veces en compañía de su padre) y tenía
escrito "Feliz Cumpleaños Papá", la niña lo soltó y después se alejó
con la firme convicción de que su padre la recibiría y además le respondería.
Mientras tanto en la isla en Canadá, un hombre cuyo nombre ignoro y su
familia vivían en un poblado llamado "Sirena"; y un día mientras
conducía su camioneta, vio un destello de luz en medio de los árboles. Movido
por la curiosidad se acercó y vio el globo plateado, tenía impresa la imagen de
una sirena y un papel mojado. Envuelto en plástico. Ya en su casa, junto con su
esposa leyeron la tarjeta de felicitaciones, y al final venía una dirección. De
pronto se dieron cuenta de que el globo había viajado 5000 Km. En 4 días .El
hombre entonces dijo: -Tenemos que escribirle a esta niña. A lo mejor Dios nos
escogió para ayudarle, al principio no convenció a su esposa, sin embargo
reflexionaron y decidieron ayudar a Inés a resolver su dolor por la pérdida de su
padre. Le compraron un cuento de la "Sirenita" y una tarjeta que
decía "Para mi hija querida, los mejores deseo en su cumpleaños".
Además escribieron una carta a inesita y el 3 de enero de 1994 la enviaron por
correo. Para el 19 de enero, la abuela de Ines recibió el paquete, ya por la
noche decidió abrirlo y al leer la tarjeta de felicitaciones se sorprendió.
Hablo a su hija Luisa y al otro día muy de mañana, madre y abuela entregaron a
Inesita el paquete diciéndole –Te lo manda tu papá. Le pidió a su abuela que le
leyera la carta que veía en el paquete:
-Tu
padre te desea un feliz cumpleaños. Me figuro que querrás saber quiénes
somos... entonces explicaron como encontraron el globo y la tarjeta; más
adelante añaden: "Como en el cielo no hay tiendas, tu padre quiso que
otras personas te compraran este regalo en su lugar. Yo creo que nos escogió a
nosotros, porque vivimos en un pueblo llamado "Sirena". Yo sé que tu papá quiere
verte feliz y no triste. Y también sé que te quiere mucho... y lo enviamos con todo nuestro
amor.
-Estaba segura de que papá no se iba a olvidar de mí –dijo la
niña. Así fue como Ines logro resolver su dolor. No sé si todos los métodos
sean válidos para resolver un dolor tan grande; al menos parecen efectivos.
Pero hoy en este día la Palabra de Dios nos ha demostrado que Jesús quiere que tú
también resuelvas ese dolor por haber perdido a alguien tan amado. Él entiende
tu dolor y el mío, Él ha sentido los mismo que has sentido; El puede y quiere
consolarte con su compañía y sus palabras; Él quiere que vuelvas a tener la
misma y mayor fe que antes y que veas la vida con esperanza y con la
firme idea de que vale la pena vivirla. Al final de los tiempos en Jesús iremos
a un lugar en donde ya no habrá muerte, ni dolor, ni enfermedad y en donde las
perdidas serán cosa del pasado. Pero mientras eso pasa, atrévete a poner en
manos de Jesús tú dolor y déjate sanar en su poderoso nombre.